lunes, 7 de agosto de 2023

EL EXTRAÑO ESTRATEGA

Yo sé que algún día terminarás por apartar tu silencio y comprarás un libro mío para regalar y otro para regalarte. No es lo que compras, es el gesto y la decisión de guardarme como palabra escrita entre tus cosas, llevarme hacía allí o traerme hacia acá. Guardarme en algún sitio, tenerme próximo, olvidarme un tiempo y volverme a encontrar. 

Esa sola idea, que a veces se precipita cuando dudo de mí o cuando escribir es un tiempo neutro de silencios huecos, es lo que mantiene vivo – a veces con frenético entusiasmo – el deseo de escribir cada vez mejor. La idea no me empuja a la perfección, sino a crecer desde adentro hacia afuera, desde lo interno a lo externo, desde lo simple a lo complejo y al revés, para decirlo siempre en líneas sencillas.

Esa sola idea – tan simple, cotidiana, tal vez pueril – se ha vuelto convicción y me carga de un valor insensato, para no abandonar jamás. Escribir, entonces, ya no es trabajo ni es oficio. Escribir es una convicción.

En esta absurda conjunción emocional, desafiante, y sin ninguna gloria por remarcar, se mueven mis días, cumpliendo un plan de extraño estratega y de torpe enamorado que no hace otra cosa que pensar en vos y escribir.

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Imagen: Denis Sarazhin

lunes, 31 de julio de 2023

LA ESPALDA DE LA GRAMÁTICA

Los inventores de la gramática no te conocieron. Por eso se impusieron las normas del lenguaje. Definieron la palabra belleza. Luego dijeron cómo y cuándo utilizarla, sin siquiera haber tenido noticias tuyas. ¿Dónde estabas?  ¿O no estabas? Tal vez ellos en su ceguera no pudieron verte. Tampoco te han sentido y desde luego jamás te han oído. Porque si algo de eso hubiera ocurrido, ellos no podrían haber hecho todas esas leyes ni llenado cientos de miles de páginas con letras y palabras para decir cómo debemos expresarnos.

El día que te conocí supe que la palabra belleza no tenía sentido. Pero nunca encontré una forma de nombrarte. Porque ese nombre que tienes es algo que te han impuesto. ¡Hay tantas formas de nombrarte! Así también, no calzas en ninguna. Tal vez todas juntas sirvan para explicar lo que se siente en tu presencia.

Contigo aprendí que el instante es un momento eterno y los tiempos no tienen ningún valor. El único tiempo está en el interior profundo y no tiene medida. Ahí el tiempo es una ecuación de quebrados sin solución y las definiciones son solo una arquitectura de palabras. Ese tiempo son habitaciones en ebullición, es el recinto ceremonial de tu belleza.

Caminando por los extremos sensibles de las miradas, en el sendero de esa línea que a veces nos arde, fui comprendiendo que las palabras, las frases, las normas y todas las leyes acumuladas por la historia, eran territorios convencionales de los absurdos. Paseando juntos en la noche,  se aprende que la luna tal vez no sea nada. Y por la mañana, el sol no aparezca por el este, sino a través de tus ojos o te dé la bienvenida en tu sonrisa o esté escondido detrás de tus dientes para comerte de golpe y por sorpresa al primer movimiento.

Nada define nada, salvo en la ciencia necesaria que usamos y necesitamos para sentir que no estamos en el abismo. Fuera de ella, todo es otra cosa. Y cuando escribo “cosa”, lo hago porque no sé cómo nombrar ese lugar o espacio o región o qué se yo, que se extiende hasta no sé dónde. Ese es tu lugar, es ahí dónde estás. Alimentando el fuego que mantiene crepitando las palabras, para que surjan nuevas palabras y larguen chispas al aire, para formar sucesiones de chispas que son como frases de lectura y locura obligada.

Sentado a tu lado fui aprendiendo que hay oraciones de fuego, párrafos de agua, aguaceros de palabras enloquecidas, relámpagos que anuncian la ruptura del pensamiento y truenos y tormentas donde el lenguaje cae rabioso sobre la tierra, se estrella y nos salpica para dejarnos su marca. A un lugar así, la poesía llega para alimentarse. ¿Pero qué es la poesía? Eso quiero saber yo. Tal vez lo aprenda a tu lado, caldeado en tu fuego y atento a las claves que dejas por ahí.

Los inventores de la gramática y todas sus normas solo pueden aspirar a describir el mundo, los hombres y algunos hechos y circunstancias. Pero nada más. La creación es otra cosa, que no reconoce normas ni leyes ni ordenanzas. Es el estado caótico de las cosas. Es caótico por ordenado, por frágil y sensible, por variable y mutable. Es el estado de cosas que solo responden a una sola ley, lo inefable. Es el estado de asombro y sus estremecimientos. Por eso es caótico.

Por eso sé que no te conocieron. Porque si así hubiera sido, nunca podrían haber dicho todo lo que dijeron ni escribir todo lo que escribieron. Tú eres como el cielo. Ese abismo en que todo es posible, todo está permitido, nada es constante, todo es mutante, nada es fijo y ordenado. Solo unos pocos se atreven y se quedan, permanecen y se transforman como el mismo cielo, como el mismo abismo.

Tal vez la poesía sea eso y no una cosa. Tal vez seas tú misma la poesía que se viste de cielo y te presentas ante mí, para enamorarme. Tal vez tú seas el abismo que a veces me abraza y a veces me traga. Pero no es esa la belleza que me enseñaron, no es así lo que me dijeron. Esto es otra cosa. No sé cómo es. Y me obliga a vivir en turbulencias, con el sentimiento erizado y el pensamiento quebrado. Todo gesto, diálogo, palabra o movimiento, es un impulso consciente hacia una nueva fragua que me ordene los huesos.  

Las otras noches me llevaste por ese camino de lo sensible. Es ahí donde se estrujan las entrañas. Es el lugar donde nada alcanza, todo es insuficiente, imperfecto y a punto de concluir para empezar otra vez. Es ese camino a donde me llevas, cada vez que me quieres demostrar que siempre hay algo más. Nunca me dices qué. Solo me dejas algunas breves expresiones que me llenan de más preguntas antes que respuestas. Y quedo expuesto a tu emoción que es mi emoción. Y tus vibraciones se deslizan por los bordes de mi pensamiento, creando palabras que no se pueden traducir. Porque a vos no hay forma de traducirte, sólo hay que vivirte y dejarse vivir.

Tomábamos un vino de madrugada cuando me pediste que no escribiera nada genial, porque tienes los días saturados de verdad revelada. Entonces pensé que la palabra es creación y no sentencia. Y que la frase es la acción en el proceso creador. “La realidad es un puñado de frases y palabras. En esa realidad nos vamos relatando, nos vamos escribiendo cada día”. Eso me dijiste hacia el amanecer, mientras pasabas suavemente tu mano sobre mi brazo. Ahí fue cuando detuve mi escritura para mirarte otra vez, para tomar una bocanada de vos, que cambiara mi realidad. Me apoyé sobre tu vientre y creí sentir los latidos de la matriz de la creación.

Contigo no hay legalidad. Caminar a tu lado es andar, sabiendo que en cada paso, se van transformando las formas de las palabras. Eres esa mujer donde se dan vuelta todos los elementos de la naturaleza misma de la vida y todo su lenguaje posible. En tu boca la palabra es creadora y tiene poder. Poder transformador. Yo lo llamo amor por estos días, pero quizá se llame de otra forma y el amor seas solamente vos o vos y yo abrazándonos, una tarde de lluvia bajo la arboleda del parque. Pero tiene que haber algo más. Porque cuando besas, se disuelven todas las formas de lo real. No tengo forma de expresarlo… Te impones sobre mí. Me obligas a salir, para encontrar las palabras que te pidan: ¡Hazlo otra vez! ¡Por favor!

Lo único real es eso. Todas las formas de expresión van cambiando según los modos y momentos de amarte. Cada metáfora es un pensamiento que estalla en sí mismo al calor de tus ojos. Cada frase es un fuego que funde palabras para producir nuevas metáforas. Y así vamos tú y yo. Al margen de la gramática, de espaldas a las normas, sin mirar el reglamento. En nuestros diálogos parece que no hablamos un lenguaje. Solo parece, porque no estamos en la realidad. Nuestros diálogos son nuestro punto de fuga. Es una fisura racional que nos devuelve como humanos, amándonos como si fuéramos el origen de la creación del mundo y de la vida. En ese caldero irracional, nosotros nos alimentamos de palabras que nos dejan en estado de poesía.

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Obra de Pier Toffoletti

jueves, 27 de julio de 2023

EL SONIDO DE LAS PALABRAS

Hay palabras que no se ven, son solo música, no son más que música.

Sólo significan cuando se las escucha.

Tienen más valor para quien las escucha que para quien las dice, que valen más en su destino que en su origen.

Un "te quiero" es una grafía de ocho compases para quién lo escucha y apenas dos palabras sin mucho vuelo, para quien las pronuncia.

Pronunciar, tener la intención de decir, no es igual a la voluntad de escuchar, al deseo de oír, a la decisión de recibir. A veces recibir es más generoso que entregar. Recibir, cuando se recibe sin condición, con la única exigencia que impone la imaginación y expectativa, es una idea tan amplia y valerosa que no se puede comparar con el reducido límite de la entrega específica. A veces, recibir es un acto heroico.

Decir "te quiero" puede ser banal o emotivo o sentido o desesperado. Pero tiene, tendrá, un significado en la música que provoca en el destino del que escucha.

Cuando digo "te quiero", sólo tiene valor en el gesto de tu mirada, la expresión de tus ojos, el semblante de tu cara y de cómo avance o se recoja tu cuerpo.

En esa danza gestual y rítmica, expresiva y transparente, profunda e íntima, mucho más que breve, fugaz, casi imperceptible, que solo se da en el momento mismo en que esas palabras se convierten en música, que apenas suenan una vez, pero hacía adentro, hacia donde la palabra no se ve, donde se convierten en una sucesión de sonidos, que solo el alma puede oír, es ahí donde está el auténtico sentido de esas palabras, que pudieron significar nada pero tienen la soberbia de serlo todo.

Hay poesías que no se hacen con palabras. Hay poesías que son solo sonidos. Sonidos que sólo son música en el interior de quien escucha, quiere escuchar, está decidido a escuchar y no hay sordera que se lo impida

Hay poesías sin palabras. Ahí estás tú como reflejo. Porque eres la poesía sin palabras. Pero no hay poesía sin música. Y también estás tú como reflejo. Porque solo hay poesía cuando suena la música que tienes dentro cuando te digo "te quiero".

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Imagen tomada de la Red de autor desconocido

 

lunes, 24 de julio de 2023

APRENDIENDO

Se esconde.
Juega a que no está.
Hace tiempo quiere que escriba sin pretexto.
No quiere que le escriba pero quiere que le escriba.
No quiere ser la causa de inspiración.
No quiere ser ninguna musa.
Se aleja. Me quita todas las fuentes.
Despeja todo.
Abre el espacio, lo sacude, lo ventila, lo amplifica.

Quiere que escriba porque sí.
Quiere que escriba por escribir.
No quiere que la mire, la nombre, la recuerde.
No quiere nada. Aunque gira, gira y revolotea.
Vuela, desciende, se posa y vuelve a volar.
Reparte aliento por ahí. Respira por acá.
Quiere que escriba sobre no sé qué.
Supone que siempre hay algo por decir.
Sin pretexto ni nada que lo motive. 

A veces pienso que duda.
Quizá esté aprendiendo. Igual que yo.
Ambos estamos aprendiendo a querer y a escribir
Sin saber si son lo mismo.
Tal vez un verbo no exista sin el otro.
Pero sin duda aprenderá que no se puede escribir
Si no se tiene la vida por delante.
...
Y ella, es la vida.
Aunque todavía no se haya dado cuenta. 

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Imagen: Pier Toffoletti

domingo, 16 de julio de 2023

EL BUSCADOR DE PALABRAS

Un día descubrí que podía abrazarla con la palabra.
Se dejaba abrazar con la palabra.
Escribía cosas que le calzaban como un traje esperado desde siempre. 
Escribía para ella. Y ella pensaba que eran solo para ella.
Disfrutaba. Ella y yo.
Reaccionábamos con algunos verbos y en la combinación de algunos adjetivos.
Era feliz en esos abrazos de palabras.
Yo era feliz abrazándola.

Cuando descubrí que podía abrazarla con la palabra,
entonces mi pretensión fue cubrirla siempre con palabras.
Percibía su tensión, su atención y reacción al abrazo de palabras.
Éramos dos gatos en un canasto de palabras.
Ella esperaba esos abrazos apalabrados y yo celebraba con palabras.
Jugábamos a entrelazarnos en perífrasis y circunloquios.
Terminábamos en abrazos fuertes y sensitivos de sustantivos y metáforas. 

Descubrí que ella se encogía, se recogía, sensible en esos abrazos de palabras.
Imaginaba las expresiones de sus ojos en esos breves estremecimientos.
Se sonreía. Si, lo sé. Porque es su forma de llamar a la vida.
Ella se dejaba.
Su silencio no era ausencia. Era reclamo.
Ella esperaba siempre esos abrazos de palabras.
Yo era feliz
Buscando palabras para abrazarla

Anoche me confesó que le gusta que la abrace con palabras
Entonces, decidí convertirme en buscador de palabras.

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Imagen de El Jinete Imaginario (@eljineteimaginario)

lunes, 10 de julio de 2023

DELETREO

 
Leyéndote...
como casi todos los días a esta hora.
...
Husmeando en las letras,
en los huecos de las vocales
y saltando entre las consonantes de unas historias
que no sé si son mías.
Más preciso sería decir, quizá sean tuyas.
...
Siempre que me entrevero con las palabras,
sigilosamente apareces en mi costado
para que no me duerma, no me distraiga, no me pierda.
Respiras a mi lado con tanta ternura solidaria
que tras el asombro, me contagia tu cadencia amorosa.
Entonces te escribo.
...
Eres inquieta, curiosa, perspicaz e insistente.
De tanto en tanto, haces algo para espiar.
Reclamas atención. Te subes a las palabras y juegas
Solo para que te pueda ver. Me agitas. Me tomas de la mano.
Y volvemos juntos otra vez.
Leernos, mirarnos y escribirnos
es lo que hacemos
todo el tiempo
...
Encuentros precisos que nos dejan con hambre.
Momentos que nunca concluyen. Almas en vilo.
Historias que se precipitan y vuelven a empezar.
Un amor que respira con tu corazón.
Alma pampa, viento y silencio.
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Imagen de Emmanuel Enyinwa (@emmanuel_enyinwa). Modelo: Andy Thompson 

jueves, 6 de julio de 2023

DESCANSO EN TI

Al  final del día, siempre descanso en ti. Aunque no estés y solo pueda verte en el agua que corre por mis manos, mientras dejo atrás las banalidades de un día normal. Es así como me reencuentro. Y me dejo llevar por la idea simple y necesaria de contarme lo mucho que te amo, mientras el agua corre entre los dedos y pienso que estás ahí.

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Imagen de autor desconocido, tomada de la Red.

lunes, 3 de julio de 2023

LAS COSAS SIMPLES

Mi único secreto es que la decisión de escribir se debe a un convencimiento que me prestaron.
Ella no me convenció de que era buen escritor.
Ni siquiera me dijo que era un escritor.
Solo me dijo que le gustaba cómo escribía. Y tal vez podía hacerlo mejor.
 
Ella sabía que era escritor y también sabía que yo no lo sabía.
Hizo todo lo posible para que lo descubriera y pensara que era un  hallazgo propio.
 
Ahora
Escribo sobre mí porque es lo que tengo más cerca
Escribo sobre ella porque es lo que tengo más lejos,
Escribo sobre mí para aprender a pensarme
Escribo sobre ella para aprender a vivir.
 
Con ella descubrí cosas simples de la vida.
Dejé arrumbadas las sentencias absolutas. La dicotomía.
Me hice observador y coleccionista de asuntos humanos. 
 
Ella me convirtió en un agitador.
Proclamo y promuevo rebeliones propias y ajenas,
Ella me llenó de poesía. Porque es la poesía misma hecha mujer.
Ahora soy solo un agitador que escribe.
Y solo en ocasiones hago un buen poema. 
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Imagen de Alfred Eisenstaedt.

lunes, 26 de junio de 2023

AL REGRESO

Se apaga el día y voy caminando en el silencio, con el mismo ritmo parsimonioso de la respiración. Baldosas flojas, empedrados, luces débiles que contrastan sobre el cielo denso. Atardecer de nubes y escasa luna.

Me dirijo como un águila nocturna hacia ese lugar de espacios cóncavos. Ahí dónde guardas los poemas que siempre preparas para cenar. Ya conozco el lugar de la alacena donde los escondes, para que no te los robe por las noches.

En el regreso, me impulsa saber que estás ahí, alimentando el fuego que generas al frotar tus manos, soplando en besos y en versos para avivar la lumbre. Me empuja saber que habrás buscado en tus laberintos algunos cuentos que extenderás sobre la cama para dormir.

Se apaga el día y voy con un ramillete de palabras para regalarte. Para que cantemos juntos antes de dormir.

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Imagen de El Jinete Imaginario (@eljineteimaginario). “Pasaje San Lorenzo”. Buenos Aires. 2019

domingo, 21 de mayo de 2023

DESNUDOS

Desnudos
Hemos perdido toda identidad.
No somos más que esa entrega, que se calcina lentamente en las caricias que conducen al beso que nos dará una nueva respiración.

Hemos dejado en la puerta del infierno las cargas ligeras de la no verdad. Solo llevamos lo que no sabemos si es verdad.
En la más absoluta indigencia, hemos tirado por la ventana los trapos de la decencia y todos los papeles de la moral.

Desnudos
Entregados
Nos hemos tomado fuerte, nos hemos apretado para extraer el jugo que deja el calor en los cuerpos sometidos.
Somos nuestros verdugos. Los feroces agitadores de nuestro futuro. Somos las manos que amasan nuestra integridad.

Desnudos.
Somos lo que no fuimos. Somos lo que quisiéramos ser. Somos los ojos que recogen virtudes entre los pliegues del abrazo. Somos cada uno de nosotros y los dos al mismo tiempo. 

Desnudos.
Cuando tiritamos de fortaleza, cuando temblamos de valor, cuando nos estrujamos uno dentro del otro, llenos de temor, cuando no somos más que eso, nos vaciamos y nos llenamos en una nueva identidad.

Desnudos
Somos y seremos algo que no sabremos.
Entregados. Hasta el fin de los días.
Sin ninguna verdad, sin ninguna certeza
Solo una clave de amor, engarzada sobre ti.
Y nada más.
Y todo por hacer, todo por andar, todo porque sí.
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Imagen: Nicole Maluendez (@chinamaluendezfotografia)
Modelo: Lola Colobine (@lolacolobine)

jueves, 18 de mayo de 2023

QUERERTE LIBRE

Si en algo me diferencio del resto
corazón, vértebra y costado,
es quererte libre. 

Solo libre (haberte querido). Solo libre (quererte así).
No te quiero más y mejor que nadie, solo distinto.
Quererte. Solo haberte querido distinto.
Porque somos lo que somos y somos distintos.

Yo te quiero libre.
Porque siempre te he querido libre.
Porque en tu libertad también anida la mía.
Beben de la misma agua, duermen en el mismo viento,
se cubren con los mismos árboles,
se abrazan en el sudor, tierra, esfuerzo, gramilla y flor.

Para ser libre, te impulsé a ser libre.
Porque tras tu libertad también crece la mía (creció).
Tan libre, libre te quiero (haberte querido)
que prefiero tú vuelo antes que mis alas.
Porque en cada vuelo tuyo, se agrandan mis ojos,
la mirada corre aventurera detrás de tus impulsos
y el pensamiento es un festival de letras que te siguen.

Tan libre te he querido (te quiero)
Que has volado lejos. Tan lejos y tan alto
Que apenas puedo divisarte y divisarme
Divisarte
Divisarte como un cálido refugio sensible.
Divisarte como el lugar donde respiran las palabras
que describen al hombre enamorado y consecuente. 
Palabras que marcan las ventanas que abres en el cielo,
para asomarse a los mundos que vas descubriendo
en tu vuelo de libertad.

Te he querido libre (te quiero)
Respiro queriéndote libre
Y te llevo como divisa en un costado, hacia adentro,
pegada en la vértebra, junto a mi corazón.
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Imagen de Marta Salas (@martasalasarraras)


lunes, 15 de mayo de 2023

QUIERO CREER Y CREO

A veces, me gusta creer que es cierto. Lo siento tantas veces en el día que no puede ser otra cosa más que la certeza absoluta. Amarla es el delirio predilecto de mis días de absoluta normalidad. En el flujo anodino de la corriente constante de urbanidad laboriosa, yo la traigo ante mí, como signo de la auténtica rebelión de los espíritus y las  almas transgresoras. Amarla es el punto de encuentro con la vida, es el lugar donde se citan todas las conspiraciones y tejen alianzas todas las  rebeliones.

A veces quiero creer que es cierto. Fuerzo la certeza y llevo mi convicción hasta el punto extremo de la fatiga. Pero a veces me agota más la duda. Me ocurre justo cuando la curva del día intrascendente, alcanza su máxima abertura.

Se va gastando el sentimiento solo de distancia. Entonces siento que aparece de repente y me empuja. Me introduce otra vez en su mundo, esa historia que no puedo describir. Vuelvo entonces a subirme al delirio sustancial de imaginación y pensamiento. Vuelvo a convencerme que todo es cierto. Entonces digo, mis certezas son más verdad que la propia realidad. No hay fuerza banal y rutinariamente desabrida, que pueda contradecirlas. Aunque siempre me quedo en la duda de no saber si el amor es ella o ella es el amor.

En ciertos momentos, solo soy un diletante que se deleita en las circunstancias comunes. Me vuelvo un personaje que trajina debates, hace relatos como discursos, tiene soliloquios y diálogos silenciosos, como disputas ocultas al común de la gente. A lo largo del día, todo se convierte en una auténtica batalla clandestina por la belleza, en el interior de uno mismo y en el cuerpo de ella que todo lo contiene. Al llegar la noche, solo se sostiene mi firme certeza de amarla. Y la duda de no saber si el amor es ella o ella es el amor.

Quiero creer y creo, porque la auténtica razón de mi creencia es amar lo que pienso y creo. Y cada vez que se agota el sentimiento y estoy a punto de ser un descreído, suspicaz y pendenciero, entonces aparece ella para decirme “gracias por ser parte de mi vida”.

Se encienden los mimbres del hombre común, se lustra la madera interior y se apartan los brillos caducos. Entonces se desarman las estrategias del hombre corriente. Y vuelvo a instalarme cómodamente en el delirio. Vuelvo a calzarme el traje invisible que un día me dio, para que sea el hombre más feliz en este mundo, sin que nadie sospeche por qué ni para qué.

Porque creo en eso que quiero creer y creo. Porque la causa de todas mis fuerzas, es pensar que es cierto eso en lo que creo. Porque no hay ninguna realidad más poderosa, que esa que surge de las batallas donde se dirime la duda sobre si el amor ella o ella es el amor.

Luego, tras las fatigas estrujadas al sol y puestas a ventear bajo el caldén, estiradas y trapeadas las bondades contra el viento, perfumados los cuerpos en aromos, solo queda en lo que creo. El día, con ella, es siempre un alegato a la razón. Para sostenerse, es preciso creer. Estar dispuesto a creer en todo lo que dices que crees y solo creer en lo que sientes. Todo tiene su lógica y una razón personal. Aunque persista la duda de no saber si el amor es ella o ella es el amor.

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Imagen de Suse aus Mecklburg (@suse.photo). Modelo @cybele_devi

lunes, 8 de mayo de 2023

EL DÍA ES UN AROMO EN PRIMAVERA

Dicen que dicen, que dice Jung. “Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá tu vida y tú le llamarás destino”. Pero vos no le llamás destino, le llamás poesía. Y no es el subconsciente  sino el inconsciente el que dirige tu vida.

Esa empecinada forma de ir contra corriente, de entender la vida y pensar en mañana, es lo que enamora, asombra, seduce y te enaltece. No es tu figura en sí. Es tu presencia. La proyección. Las sombras. La idea de futuro. Los entornos de la vida. Tu propuesta. Las formas de tus manos en el labrado sentido de la alegría. El lugar a donde miras. La sonrisa a media tarde. Tus labios en el beso de la noche. Tu palabra al amanecer.  La risa en el café. Cuando abrazas a la niña. Y la niña te sonríe. Cuando salís por la calle y el día es un aromo en primavera.

Eso es lo que enamora. Eso me confunde. Me deja en estado de perspicacia. Siento golpecitos eléctricos en alguna parte, chasquidos de cosquillas. Recuerdo las bolitas de la infancia y me siento dentro. Girar y girar. Memoria traslúcida de los caminos vítreos de entonces, rabiosos de colores,  enloquecidos de curvas. Exaltado, perplejo, dibujo en los papeles, escribo en las hojas de los árboles, en mis manos, en el aire. Le silbo al viento. Y me respondes. Canto hacia adentro y le pones música. Beso el cielo y me acaricias las mejillas. Me abrazas en los pliegues de tu cuerpo. Y te abrazo.

Al final ya sé que no es el destino. Es el inconsciente que nos lleva hacia el camino y nos hace andar veloces, zigzagueantes y amarrados como borrachos de nosotros mismos, como ovillos de tréboles y alfalfa que se enredan y se agrandan. El viento nos revuelve, nos da vueltas, nos sacude y nos empuja al pie de tu aromo donde siempre es primavera.

No sos vos ni soy yo lo que enamora. No es el destino. Es el amor… ¿Consciente o Subconsciente? No. Es el inconsciente. Es lo que nos lleva hacia arriba y nos sacude como un trapo entregado al viento.   

Sobre nosotros, también se dirá que “dicen que dicen”. Pero quizás entonces, para ese tiempo, ya no seamos nosotros los que fuimos.

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Imagen tomada de la Red de autor desconocido. 

jueves, 4 de mayo de 2023

TRAS LA MUERTE DEL AMANECER

La mañana es ese lugar inhóspito en el que nos dejan las obligaciones. Es ese lugar vacío cargado de urbanidad, donde ni siquiera me consuela saber que estás en algún lugar pensando en mí, como yo ahora estoy pensando en vos.

La mañana no es lo mismo que el amanecer. La primera luz del día es un acto rebelde contra la confusión, es una agresión a la oscuridad y es  también, un golpe seco al sueño que no estamos en condiciones de cumplir. El amanecer es la realidad desafiante, es una invitación que atrapa. Aunque también es una llama que se escapa ni bien comienza a crecer.

El amanecer no es la mañana. El amanecer es el instante de vida que se agotará apenas comenzar. Pero no importa. Porque igual que cada día, es la porción de vida necesaria para existir. 

La mañana es un discurrir por los lugares habituales, un pesado ejercicio de normalidad, un desabrido camino de compromisos. La mañana puede ser un lugar trágico de desamparo. Tal vez un golpe bruto sobre esa luz anunciadora del amanecer.

Pero esa muerte del amanecer, tan rápida, tan pronta, tan abrupta e inesperada, no matará el día. No lo hará. Aunque la mañana sea como cada mañana, igual que todas las mañanas. Aunque no me alcance saber que estás en algún lugar pensando en mí, como yo ahora estoy pensando en vos.

La mañana será, en cualquiera de las formas que quiera ser. Pensarte, llamarte, invocarte, desearte, es la única certeza que tengo, para saber que el día no morirá vacío y desolado. Pensar en vos, aunque a veces no me alcance, es lo único que tengo. Es un amarre con el más allá. Es esa parte de la vida que nunca se va. Nunca muere. Nunca se me va.

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Imagen Pier Toffoletti

martes, 2 de mayo de 2023

MOROCHA

Siempre pienso que el día trae venturas, acertijos, cuentos, leyendas y pequeños horizontes escondidos en algún lugar. Todo el secreto está en saber mirar, oler, sentir, esperar, investigar, descubrir el escondite. Esa tarea de la primera hora, cuando la mañana todavía no es hoy y el sol apenas se muestra, está llena de colores invisibles. En esa confusión y mezcla burbujeante de luces e imágenes, siempre apareces en el costado moreno del espectro. Levemente brillante, suavemente tornasolada y a veces en contraluz. Entre apariciones y desapariciones, voy descubriendo tu cara de morena clara, limpia, despejada, generosa, que me sugiere caminos, senderos y atajos, para que pueda encontrar lo que el día trae escondido en algún lugar. Por eso, cuando la mañana alcanza intensidad y se despejan las incertidumbres, entonces ya sé que ese día se llama Morocha. Igual que vos. 

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Imagen de @pincho2873. Modelo: Lola Colobine.(@lolacolobine)

jueves, 27 de abril de 2023

TE QUIERO ASÍ

Te quiero  así
Caderas anchas.
Ritmo. Quiebre. Cadencia.
Luz. Espera. Abrigo.
Sabor de algarrobo. Calor y color. 
Celebremos con vino las horas así.  

Piernas fuertes. Ágiles y sutiles.
Pequeñas y flexibles.
Torneadas bajo el sol.
Sombra y pilar. Sostén y camino. 

Culo grande. Inmenso como la noche.
Encendido como el lucero.
Esférico como un planeta.
Viaje, sueño y desvelo.
Tetas como un sol
Caliente canela. Sabor de miel.
Arde al tacto. Se siente en el pecho.
Subyuga. Busca un corazón.
Y un vientre que me dice
¡Lánzate, lánzate!
No lo dudes otra vez.
 
El oído sobre el ombligo,
La boca en dirección al sur,
la nuca resistiendo tu diafragma.
Y la cara feliz, deslizándose por el torso,
como quien desciende
desde lo más alto a lo más dulce.
Estampida de astillas.
Caramelo ácido, menta y anís.
 
Te quiero tanto porque te quiero así.
Te quiero cuando sonríes y te quiero tanto más
cuando las chispas de tu cuerpo
incendian hasta el sol.
 
Pies descalzos, tobillos de nuez
Dedos de almendra, bailan sobre el piso frio.
Urgencias de invierno. Madrugada y amor
Ventura y buenaventura
Abrazo, beso y apretón.
Te quiero así
Noche. Aurora. Día y resolana.
 
Eres inmensa. Te siento interminable
Desde tus pequeños contornos, figura feliz.
Desde tus formas esféricas como la luna.
Hasta tu cuerpo. Inmenso como caravana de estrellas.
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Imagen de autor desconocido. Modelo: Lola Colobine.

 

lunes, 24 de abril de 2023

EL PARPADEAR DEL INSTANTE

Todavía estás grabada sobre mis manos.
Tatuada sobre mis brazos.
Te siento correr por la palma de mis manos.
Te siento jugar con los pliegues de mis dedos
haciendo nudos, desatando albores, tensando el impulso.
Desarmando al amor en su estrategia. Haciéndolo original.
Te siento,
en el sobresalto de mi respiración, en la somnolencia que has dejado.
Todavía llevo el perfume de la noche.

No sabes lo bien que le has hecho a mi mañana.
No sabes el empuje que le has puesto a mi día.
No sabes la alegría que deja tu presencia.
No imaginas la fiesta que impone tu paso. 

Porque al final, en el parpadear del instante
se comprenden todas las claves. 

El sueño de la vida se recoge, se esconde, se agazapa
al abrigo de tu cuerpo.

En el beso de tu sexo crece la vida otra vez.
Cóncava laguna cristalina. Sombra de caldén. Viento del sur.
 
En los incesantes deseos del encuentro
siempre guardas un breve paraíso
 
Al calor de tus labios se protege el amor,
se refugia el alba, el placer, la ternura y la lujuria  
 
En el ambiente se respira una sensación
de amarte,
de hacer el amor a cada instante,
de penetrarte y entregarme.
Todo el tiempo, toda la vida.
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Foto: Candela Benitez (@candelabenitez9). 
Modelo:Lola Colobine (@lolacolobine).

jueves, 20 de abril de 2023

LA VIDA, ESAS HORAS

La vida es un beso que está siempre guardado en tu sonrisa.
La vida son las horas felices de esperarte en el andén de la mirada que llevo puesta.

¡La vida! Esas horas…
En las que juegas por la cornisa de mis párpados.

Esas horas, esos días, de andar festivos, agoreros y en proclamas.
Luego perdernos en tus pupilas,
que miran fijo,
un horizonte tras el horizonte.
Un lugar que solo tú puedes alcanzar.

Cada tiempo tiene su afán.
Cada lugar está cargado de amores, desdenes, quimeras y utopías.
Cada momento tiene una propuesta, una opción, un desafío.
Se percibe el entusiasmo, el temor, las inquietudes o las dudas.
Cada instante te tiene a ti.
Cada segundo es un universo donde burbujea la vida.

Fluye la vida también dentro de mí,
en la mirada, el abrazo, el beso y en el alegre sueño de lo imposible.
Cuando estás ahí, cuando vienes a mí o salgo por ti.
¡Y voy…!  ¡Siempre! Alegre y excitado
hasta abrazarte
en esas horas precisas, felices y absolutas.
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Imagen de autor desconocido, tomada de la Red.