Al final del día, siempre descanso en ti. Aunque no estés y solo pueda verte en el agua que corre por mis manos, mientras dejo atrás las banalidades de un día normal. Es así como me reencuentro. Y me dejo llevar por la idea simple y necesaria de contarme lo mucho que te amo, mientras el agua corre entre los dedos y pienso que estás ahí.
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Imagen de autor
desconocido, tomada de la Red.
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