domingo, 21 de mayo de 2023

DESNUDOS

Desnudos
Hemos perdido toda identidad.
No somos más que esa entrega, que se calcina lentamente en las caricias que conducen al beso que nos dará una nueva respiración.

Hemos dejado en la puerta del infierno las cargas ligeras de la no verdad. Solo llevamos lo que no sabemos si es verdad.
En la más absoluta indigencia, hemos tirado por la ventana los trapos de la decencia y todos los papeles de la moral.

Desnudos
Entregados
Nos hemos tomado fuerte, nos hemos apretado para extraer el jugo que deja el calor en los cuerpos sometidos.
Somos nuestros verdugos. Los feroces agitadores de nuestro futuro. Somos las manos que amasan nuestra integridad.

Desnudos.
Somos lo que no fuimos. Somos lo que quisiéramos ser. Somos los ojos que recogen virtudes entre los pliegues del abrazo. Somos cada uno de nosotros y los dos al mismo tiempo. 

Desnudos.
Cuando tiritamos de fortaleza, cuando temblamos de valor, cuando nos estrujamos uno dentro del otro, llenos de temor, cuando no somos más que eso, nos vaciamos y nos llenamos en una nueva identidad.

Desnudos
Somos y seremos algo que no sabremos.
Entregados. Hasta el fin de los días.
Sin ninguna verdad, sin ninguna certeza
Solo una clave de amor, engarzada sobre ti.
Y nada más.
Y todo por hacer, todo por andar, todo porque sí.
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Imagen: Nicole Maluendez (@chinamaluendezfotografia)
Modelo: Lola Colobine (@lolacolobine)

jueves, 18 de mayo de 2023

QUERERTE LIBRE

Si en algo me diferencio del resto
corazón, vértebra y costado,
es quererte libre. 

Solo libre (haberte querido). Solo libre (quererte así).
No te quiero más y mejor que nadie, solo distinto.
Quererte. Solo haberte querido distinto.
Porque somos lo que somos y somos distintos.

Yo te quiero libre.
Porque siempre te he querido libre.
Porque en tu libertad también anida la mía.
Beben de la misma agua, duermen en el mismo viento,
se cubren con los mismos árboles,
se abrazan en el sudor, tierra, esfuerzo, gramilla y flor.

Para ser libre, te impulsé a ser libre.
Porque tras tu libertad también crece la mía (creció).
Tan libre, libre te quiero (haberte querido)
que prefiero tú vuelo antes que mis alas.
Porque en cada vuelo tuyo, se agrandan mis ojos,
la mirada corre aventurera detrás de tus impulsos
y el pensamiento es un festival de letras que te siguen.

Tan libre te he querido (te quiero)
Que has volado lejos. Tan lejos y tan alto
Que apenas puedo divisarte y divisarme
Divisarte
Divisarte como un cálido refugio sensible.
Divisarte como el lugar donde respiran las palabras
que describen al hombre enamorado y consecuente. 
Palabras que marcan las ventanas que abres en el cielo,
para asomarse a los mundos que vas descubriendo
en tu vuelo de libertad.

Te he querido libre (te quiero)
Respiro queriéndote libre
Y te llevo como divisa en un costado, hacia adentro,
pegada en la vértebra, junto a mi corazón.
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Imagen de Marta Salas (@martasalasarraras)


lunes, 15 de mayo de 2023

QUIERO CREER Y CREO

A veces, me gusta creer que es cierto. Lo siento tantas veces en el día que no puede ser otra cosa más que la certeza absoluta. Amarla es el delirio predilecto de mis días de absoluta normalidad. En el flujo anodino de la corriente constante de urbanidad laboriosa, yo la traigo ante mí, como signo de la auténtica rebelión de los espíritus y las  almas transgresoras. Amarla es el punto de encuentro con la vida, es el lugar donde se citan todas las conspiraciones y tejen alianzas todas las  rebeliones.

A veces quiero creer que es cierto. Fuerzo la certeza y llevo mi convicción hasta el punto extremo de la fatiga. Pero a veces me agota más la duda. Me ocurre justo cuando la curva del día intrascendente, alcanza su máxima abertura.

Se va gastando el sentimiento solo de distancia. Entonces siento que aparece de repente y me empuja. Me introduce otra vez en su mundo, esa historia que no puedo describir. Vuelvo entonces a subirme al delirio sustancial de imaginación y pensamiento. Vuelvo a convencerme que todo es cierto. Entonces digo, mis certezas son más verdad que la propia realidad. No hay fuerza banal y rutinariamente desabrida, que pueda contradecirlas. Aunque siempre me quedo en la duda de no saber si el amor es ella o ella es el amor.

En ciertos momentos, solo soy un diletante que se deleita en las circunstancias comunes. Me vuelvo un personaje que trajina debates, hace relatos como discursos, tiene soliloquios y diálogos silenciosos, como disputas ocultas al común de la gente. A lo largo del día, todo se convierte en una auténtica batalla clandestina por la belleza, en el interior de uno mismo y en el cuerpo de ella que todo lo contiene. Al llegar la noche, solo se sostiene mi firme certeza de amarla. Y la duda de no saber si el amor es ella o ella es el amor.

Quiero creer y creo, porque la auténtica razón de mi creencia es amar lo que pienso y creo. Y cada vez que se agota el sentimiento y estoy a punto de ser un descreído, suspicaz y pendenciero, entonces aparece ella para decirme “gracias por ser parte de mi vida”.

Se encienden los mimbres del hombre común, se lustra la madera interior y se apartan los brillos caducos. Entonces se desarman las estrategias del hombre corriente. Y vuelvo a instalarme cómodamente en el delirio. Vuelvo a calzarme el traje invisible que un día me dio, para que sea el hombre más feliz en este mundo, sin que nadie sospeche por qué ni para qué.

Porque creo en eso que quiero creer y creo. Porque la causa de todas mis fuerzas, es pensar que es cierto eso en lo que creo. Porque no hay ninguna realidad más poderosa, que esa que surge de las batallas donde se dirime la duda sobre si el amor ella o ella es el amor.

Luego, tras las fatigas estrujadas al sol y puestas a ventear bajo el caldén, estiradas y trapeadas las bondades contra el viento, perfumados los cuerpos en aromos, solo queda en lo que creo. El día, con ella, es siempre un alegato a la razón. Para sostenerse, es preciso creer. Estar dispuesto a creer en todo lo que dices que crees y solo creer en lo que sientes. Todo tiene su lógica y una razón personal. Aunque persista la duda de no saber si el amor es ella o ella es el amor.

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Imagen de Suse aus Mecklburg (@suse.photo). Modelo @cybele_devi

lunes, 8 de mayo de 2023

EL DÍA ES UN AROMO EN PRIMAVERA

Dicen que dicen, que dice Jung. “Hasta que el inconsciente no se haga consciente, el subconsciente dirigirá tu vida y tú le llamarás destino”. Pero vos no le llamás destino, le llamás poesía. Y no es el subconsciente  sino el inconsciente el que dirige tu vida.

Esa empecinada forma de ir contra corriente, de entender la vida y pensar en mañana, es lo que enamora, asombra, seduce y te enaltece. No es tu figura en sí. Es tu presencia. La proyección. Las sombras. La idea de futuro. Los entornos de la vida. Tu propuesta. Las formas de tus manos en el labrado sentido de la alegría. El lugar a donde miras. La sonrisa a media tarde. Tus labios en el beso de la noche. Tu palabra al amanecer.  La risa en el café. Cuando abrazas a la niña. Y la niña te sonríe. Cuando salís por la calle y el día es un aromo en primavera.

Eso es lo que enamora. Eso me confunde. Me deja en estado de perspicacia. Siento golpecitos eléctricos en alguna parte, chasquidos de cosquillas. Recuerdo las bolitas de la infancia y me siento dentro. Girar y girar. Memoria traslúcida de los caminos vítreos de entonces, rabiosos de colores,  enloquecidos de curvas. Exaltado, perplejo, dibujo en los papeles, escribo en las hojas de los árboles, en mis manos, en el aire. Le silbo al viento. Y me respondes. Canto hacia adentro y le pones música. Beso el cielo y me acaricias las mejillas. Me abrazas en los pliegues de tu cuerpo. Y te abrazo.

Al final ya sé que no es el destino. Es el inconsciente que nos lleva hacia el camino y nos hace andar veloces, zigzagueantes y amarrados como borrachos de nosotros mismos, como ovillos de tréboles y alfalfa que se enredan y se agrandan. El viento nos revuelve, nos da vueltas, nos sacude y nos empuja al pie de tu aromo donde siempre es primavera.

No sos vos ni soy yo lo que enamora. No es el destino. Es el amor… ¿Consciente o Subconsciente? No. Es el inconsciente. Es lo que nos lleva hacia arriba y nos sacude como un trapo entregado al viento.   

Sobre nosotros, también se dirá que “dicen que dicen”. Pero quizás entonces, para ese tiempo, ya no seamos nosotros los que fuimos.

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Imagen tomada de la Red de autor desconocido. 

jueves, 4 de mayo de 2023

TRAS LA MUERTE DEL AMANECER

La mañana es ese lugar inhóspito en el que nos dejan las obligaciones. Es ese lugar vacío cargado de urbanidad, donde ni siquiera me consuela saber que estás en algún lugar pensando en mí, como yo ahora estoy pensando en vos.

La mañana no es lo mismo que el amanecer. La primera luz del día es un acto rebelde contra la confusión, es una agresión a la oscuridad y es  también, un golpe seco al sueño que no estamos en condiciones de cumplir. El amanecer es la realidad desafiante, es una invitación que atrapa. Aunque también es una llama que se escapa ni bien comienza a crecer.

El amanecer no es la mañana. El amanecer es el instante de vida que se agotará apenas comenzar. Pero no importa. Porque igual que cada día, es la porción de vida necesaria para existir. 

La mañana es un discurrir por los lugares habituales, un pesado ejercicio de normalidad, un desabrido camino de compromisos. La mañana puede ser un lugar trágico de desamparo. Tal vez un golpe bruto sobre esa luz anunciadora del amanecer.

Pero esa muerte del amanecer, tan rápida, tan pronta, tan abrupta e inesperada, no matará el día. No lo hará. Aunque la mañana sea como cada mañana, igual que todas las mañanas. Aunque no me alcance saber que estás en algún lugar pensando en mí, como yo ahora estoy pensando en vos.

La mañana será, en cualquiera de las formas que quiera ser. Pensarte, llamarte, invocarte, desearte, es la única certeza que tengo, para saber que el día no morirá vacío y desolado. Pensar en vos, aunque a veces no me alcance, es lo único que tengo. Es un amarre con el más allá. Es esa parte de la vida que nunca se va. Nunca muere. Nunca se me va.

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Imagen Pier Toffoletti

martes, 2 de mayo de 2023

MOROCHA

Siempre pienso que el día trae venturas, acertijos, cuentos, leyendas y pequeños horizontes escondidos en algún lugar. Todo el secreto está en saber mirar, oler, sentir, esperar, investigar, descubrir el escondite. Esa tarea de la primera hora, cuando la mañana todavía no es hoy y el sol apenas se muestra, está llena de colores invisibles. En esa confusión y mezcla burbujeante de luces e imágenes, siempre apareces en el costado moreno del espectro. Levemente brillante, suavemente tornasolada y a veces en contraluz. Entre apariciones y desapariciones, voy descubriendo tu cara de morena clara, limpia, despejada, generosa, que me sugiere caminos, senderos y atajos, para que pueda encontrar lo que el día trae escondido en algún lugar. Por eso, cuando la mañana alcanza intensidad y se despejan las incertidumbres, entonces ya sé que ese día se llama Morocha. Igual que vos. 

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Imagen de @pincho2873. Modelo: Lola Colobine.(@lolacolobine)