Un día me dijeron: “La poesía se inventó porque la vida no basta”. Me di cuenta que
siempre había creído en ello sin saberlo. Porque a veces se cree sin saber. Se
cree porque se cree. Se cree como una condición natural de la condición humana.
Pero te presentaste y cruzaste como una
ráfaga todas las ideas, las creencias,
las condiciones naturales y no tan naturales. Te mezclaste, enredaste y
terminaste invadiendo el sentimiento, el pensamiento y los impulsos más nobles
y no tan nobles que un hombre pueda tener. Entonces comprendí que “La poesía se inventó porque no hay forma de
nombrarte”.
Desde ese día, no hago más que: “escribirte, describirme, describirte,
reescribirme, narrarnos, inventarme, descubrirte, sorprenderte, asombrarme,
buscarte, desearte, encontrarte, amarte, amarnos, nacer, morir y volver a nacer”.
Todo el tiempo estoy como un orfebre
esculpiendo palabras, moldeando frases, impresiones y expresiones. Todo el día
busco la poesía que pueda nombrarte. Es lo que hago. Es lo que haré. Y cuando
no pueda nombrarte, entonces te escribiré y te describiré. Hasta que un día
pueda encontrar la poesía que pueda nombrarte.
© César Manuel Sarmiento
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San Telmo, 8 de septiembre de 2017.
Imagen de autor desconocido, tomada de Pinterest. Se agradece cualquier
información para consignar la autoría.
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