La imaginación se enamoró de tu camino.
Y te lo robó
No llores el camino no caminado.
¡Quítaselo a la imaginación!
Vuelve al camino.
Empieza a caminar.
Y si no hay camino, fabrícate uno solo para caminar.
Ya habrá caminantes.
Vendrán los que te van a acompañar.
Ese camino que no has caminado ha dejado tantas huellas como todo lo
caminado.
Esos caminos que no se liberan de tu imaginación,
han marcado tantos rumbos, que se extraviaron los horizontes.
Se perdió el horizonte. El horizonte te perdió a ti. Vos perdiste el
horizonte.
Solo quedaron esas imágenes de mujer que te hicieron pensar que todo es
posible.
Ella te seguirá así como la ausencia.
Yo seré eso que ahora no pudo ser.
Todo amor tiene un legado. Una yerra. Un después y para siempre.
La imaginación se enamoró del camino
Y te cegó
No llorarás el camino.
No te pesará lo no caminado.
No mirarás lo no recorrido.
Si insistes en mirar hacia atrás,
solo verás lo que la ilusión y tu imaginación te dejaron construir,
dejaste a medio construir, quisiste construir. Y lo que no fue.
No las maldigas por tu falta de decisión, por la ausencia de temple.
Recupera ese espíritu y vuelve.
¡Al camino… ¡ ¡Vuelve al camino!
Porque hacen falta caminantes
Y hay mucho camino por construir.
***
…
Imagen: Martin Munkacsi (Hungarian American,
1896-1963): Three Boys at Lake Tanganyika, 1931
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